Y en la rutina sumerjo mis latidos...
Y aquí estoy otra vez, intentando no pensar en todo lo que tu recuerdo me provoca...tratando de no describir ya las texturas, pero las palabras en mi vida son una adicción, ya sea para cosas superficiales o verbos que se hacen efímeros cuando se interrumpen con el murmullo del teclado. Si ya se, ya empecé a divagar, tal vez por el café que en estas horas no me deja nada bueno.
En la rutina sumerjo mis latidos, ahogando la necesidad de tener tu abrazo y tu silencio, capturando mis ideas a manera de fotografía.... los días corren en la llanura de tus ojos, pero yo no los sujeto.
Sencillamente voy enmudeciendo al convertirme en el frío del atardecer y sigues etéreo. Me voy moviendo en medio de un lenguaje que desconozco pero a la vez me resulta familiar…. Sí, agitas la marea de mis emociones como un eclipse y en la ausencia de mi ser, tu nombre me reclama la osadía.
... ¿Pero qué hacer?, si la mente busca una razón y el corazón un equilibrio...si gracias a la soledad me conozco...si las palabras no son más que un oscuro antifaz...si me inunda la sequía de tus labios y tu mirada no navega con la niña de mis ojos...
Después de tanto tiempo he construido mi propia utopía. Tiño todo de azul para que el insomnio no manipule mis sentidos, y me force a gritarle al viento para que te lleve en sus entrañas mis secretos.